martes, 23 de enero de 2018

Más de ocho mil personas han pasado ya por el museo extremeño del lobo

HOY - Extremadura (14.01.18)
http://www.hoy.es/extremadura/ocho-personas-pasado-20180114001942-ntvo.html

Una de las estancias del centro de recepción de visitantes El Lobo, nombre oficial del lugar. 


El centro está en La Garganta, el pueblo del valle del Ambroz que también ha rehabilitado el viejo corral usado para cazar a estos animales.

ANTONIO J. ARMERO -Cáceres
Domingo, 14 enero 2018, 09:06


A estas alturas del calendario, a la carretera que atraviesa el pueblo (428 vecinos según el INE) hay que echarle sal. Pasa la máquina esparciendo los granos blancos sobre el asfalto oscuro y pasa la gente bien abrigada. La Garganta, que perteneció al ducado de Béjar (Salamanca) hasta 1833, es la segunda localidad más alta de la región -está a 1.124 metros y solo la supera Piornal, en el Valle del Jerte, a 1.175- y es, sobre todo, el pueblo extremeño del lobo.

Hace un año y medio, los vecinos se juntaron para asistir a la inauguración de su museo del canis lupus, el tercero que abrió en España dedicado a este animal mítico. Los otros dos están en Robledo de Sanabria (Castilla y León) y Belmonte de Miranda (Asturias). Y tiene su lógica que el centro de recepción de visitantes El Lobo -es su nombre oficial- esté en esta esquina del mapa extremeño, a dos pasos de la raya que separa las provincias de Cáceres y Salamanca. Lugar de paso para los ganaderos trashumantes durante décadas, aquí todavía perdura la memoria de los años de los lobos.

«Mi madre todavía se acuerda de verlos colgando de algún balcón en la plaza del pueblo, y tiene 61 años, así que no hace tanto tiempo que desaparecieron este tipo de prácticas». El apunte lo firma Javier Fernández, el joven que atiende el museo, por el que han pasado más de ocho mil personas desde su apertura en julio del año 2016. «En este tiempo, hemos tenido aquí a gente de todas las partes de España y también algunos extranjeros, sobre todo portugueses e ingleses», detalla Javier Fernández, que siempre ofrece al turista la posibilidad de guiarle la visita.


«La declaración del Otoño Mágico como Fiesta de Interés Turístico Nacional nos ayudará»
JUAN GONZÁLEZ | ALCALDE

«Mi madre aún recuerda los lobos cazados colgados de los balcones, en la plaza, y ella tiene 61 años»
JAVIER FERNÁNDEZ | GUÍA DEL MUSEO



El Otoño Mágico

En tono pedagógico -él estudió Magisterio y se nota y se agradece-, va detallando las claves del espacio, que ocupa la antigua Casa del Cura, ubicada en el centro del pueblo y que hasta su reforma para convertirla en lo que es hoy, perteneció al Obispado de Plasencia. «Se lo cambiamos por la biblioteca municipal», recuerda Juan González, regidor socialista de La Garganta. Él apunta una novedad reciente que puede suponer un empujón para esta infraestructura municipal. Alude el alcalde a la reciente declaración del Otoño Mágico como Fiesta de Interés Turístico Nacional. Se trata del ciclo de actividades culturales y deportivas que cada año se celebra en el Valle del Ambroz para festejar la llegada de esta estación que decora el paisaje de la comarca con tonos ocres.

La fiesta atrae gente a la zona, y el centro de recepción de visitantes El Lobo aspira a convertirse en una referencia turística del norte de la región. Lo que ofrece el lugar es un repaso a la historia de esta especie, centrado en el lobo ibérico (canis lupus signatus). Su físico, sus rutinas de convivencia en manada, su crianza, el hábitat, la alimentación, la mitología y la simbología asociadas a él en las distintas épocas, su relación con el hombre... Las explicaciones aparecen en paneles informativos repartidos por el edificio, que reserva su última planta a una sala para proyecciones audiovisuales.

Javier Fernández, guía del museo

La labor de dotar de contenido al centro la desarrolló Carlos Sanz, que fue colaborador de Félix Rodríguez de la Fuente y está reconocido como uno de los nombres de referencia en España en todo lo que tenga que ver con este animal. El recorrido por las distintas estancias permite conocer desde el romance de la loba parda, que generaciones enteras de niños españoles aprendieron en el colegio, hasta una versión del cuento de Caperucita Roja en la que el lobo no se come a nadie y es bueno.

El complemento a los paneles informativos son las piezas, auténtico factor diferenciador de la instalación. Hay un esqueleto íntegro de Canis lupus, en concreto de un macho nacido en 2001 y que murió cinco años después. Hay un cráneo, colocado entre uno de zorro y otro de perro, de manera que se aprecian las diferencias en tamaño y forma. Hay también un panel con huellas, y una vitrina con las carlancas -los collares anchos, fuertes y con puntas de hierro- que se colocaban a los mastines para protegerlos de los lobos. También otra con ejemplos de los cepos que se usaban para atrapar a este animal tan ligado a la vida rural española durante décadas.

De hecho, esto explica la existencia del corral de lobos de La Garganta, situado un par de kilómetros carretera arriba desde el museo. Es un hoyo en el suelo, redondo y delimitado por un cercado de piedras colocadas de manera que quien cayera en ese lugar, lo tenía difícil para salir. Por la altura y por la posición de las piedras que forman el muro perimetral.

El corral o lobera
 
Los hombres del lugar colocaban en el corral, también llamado lobera, a un animal, habitualmente una oveja, y el lobo que saltaba para comérsela, luego no era capaz de salir. Así cazaban al ejemplar, que a veces exponían colgándolo de los balcones, como da fe una fotografía expuesta en el centro de recepción de visitantes. Y como no ha olvidado la madre de Javier Fernández, el guía de este espacio único en la región.

Él también recuerda que el lobo sigue estando presente en muchos lugares del norte de España, donde la administración permite batidas para matar un determinado número de ejemplares. El último trabajo de campo que ofrece datos detallados de localización lo hizo entre los años 2012 y 2013 la Junta de Castilla y León, comunidad autónoma en la que están en torno al sesenta por ciento de las trescientas manadas, aproximadamente, que se estima que hay en España. Ese informe castellanoleonés, en el que participaron 650 personas que recorrieron 51.200 kilómetros, detectó «bastante indicios» de la presencia de la especie en municipio salmantino de El Payo, a dos kilómetros de la sierra de Gata. Y también en Ávila, a unos sesenta kilómetros de la comarca cacereña de La Vera.

En este sentido, Javier Fernández recuerda aquella charla en la que Carlos Sanz puso sobre aviso. «Él -recuerda el guía del museo- ya dejó claro que hay que ir haciéndose a la idea de que el lobo volverá». 
 
 
 
Web: http://www.lagarganta-caceres.com
Email:  ofigeneral@aytolagarganta.com
Teléfono:  927.464.428
 
GUÍA DE VISITA:
 
Cómo llegar:
    La Garganta está a 54 kilómetros de Plasencia hacia Salamanca. En la A-66, tomar la salida hacia Baños de Montemayor. El desvío hacia La Garganta está justo en una famosa curva de 180 grados, a la salida del pueblo para quienes vienen desde el sur.

Horario de visita:
    De miércoles a domingo, de 10 a 14 horas y de 16 a 19. Visitas concertadas los lunes y martes, previa reserva en el teléfono 927 46 44 28.


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